El Portal de MValdivieso

viernes, septiembre 16, 2005

Un corto concierto de Avril Lavigne en Chile


La sensación dejó a miles de fanáticas con "gusto a poco" después de los 70 minutos de show que el 15 de septiembre brindó la cantante canadiense Avril Lavigne, en el Estadio San Carlos de Apoquindo.

Sin embargo, sí hubo una presentación sólida, tanto de parte de Lavigne y su banda como en términos sonoros, salvo el quizás volumen algo bajo de la voz durante los primeros minutos.

Puntualmente a las 21:00 horas, Avril abrió su repertorio con "Sk8er Boi", del disco "Let go" de 2002. Con poco espacio entre tema y tema, y sin una muy nutrida comunicación con el público, la canadiense interpretó "Unwanted", "My happy ending", "Mobile" y "Fall to pieces", entre otras. Los gritos de las seguidoras de la cantante canadiense fueron la constante de la noche.


Tal como la prensa mundial lo ha reiterado desde su aparición en el mundo de la música, Avril Lavigne se comportó como la antítesis de la "princesa del pop", Britney Spears, porque no sólo carece de bailarines y coreografías, sino porque -además de una excelente vocalización- demostró que es capaz de manejarse con una guitarra, batería y teclados.


En la canción "Nobody's home", que inició sola, acompañada de una guitarra electroacústica, y que luego sumó las distorsiones de sus otras cuerdas.

"Losing grip", "Take me away" y "He wasn't" tuvieron idéntico recibimiento de las, principalmente, jovencitas que ven en Lavigne casi un modelo, que mezcla una actitud independiente y a veces desenfadada con la ternura casi propia de una adolescente.

A las 22:00 horas, la ahora crespa cantante cerró su concierto con una versión del tema "All the small things", de Blink 182. El bis tuvo poco de solicitado y mucho de programado, porque un par de minutos después la chica "rebelde" se sentó tras la batería, para dejar en la voz a uno de sus guitarristas, en otro cover, esta vez de los británicos Blur: "Song 2".

Al parecer, Lavigne ya estaba algo apurada por dejar San Carlos, porque aceleró demasiado el beat del tema de los ingleses. "It was fun (fue entretenido)", remarcó antes de cerrar con el "clásico" que la lanzó a la fama, MTV mediante, "Complicated".

Punto aparte fueron las tres pantallas gigantes que dispuso la producción, porque o alguien olvidó conectarlas o simplemente eran de utilería. Algo de consideración con la galería y la misma cancha -que estaba ocupada en menos de un 40 por ciento- no habría sido mal recibida.

Avril Lavigne, favorita de los padres que no comulgan son las figuras más sensuales del pop mundial, cumplió sobre el escenario, probó que es efectivamente una artista, pero deja la duda sobre cómo podría evolucionar su carrera.